Sueños vividos; cuando el estrés nocturno afecta tu descanso

Los sueños vívidos, especialmente aquellos intensos o recurrentes, pueden ser una manifestación del estrés acumulado durante el día. Según el neurólogo y especialista en sueño Dr. W. Christopher Winter, el cerebro procesa las tensiones diurnas durante el sueño, lo que puede dar lugar a sueños más intensos y emocionalmente cargados. Este fenómeno se intensificó durante eventos estresantes globales, como la pandemia de COVID-19, donde muchas personas reportaron un aumento en la vividez de sus sueños. 

El ciclo de sueño REM, fase en la que ocurren la mayoría de los sueños, es crucial para el procesamiento emocional. Durante esta etapa, el cerebro clasifica y procesa experiencias recientes, ayudando a gestionar emociones y recuerdos. La privación de sueño REM puede dificultar esta función, llevando a una mayor reactividad emocional durante el día. 

Diversos factores pueden contribuir a la aparición de sueños vívidos, incluyendo ciertos medicamentos, consumo de alcohol, apnea del sueño y rechinar de dientes. Estos elementos pueden alterar la arquitectura del sueño, aumentando la probabilidad de experimentar sueños intensos y, en algunos casos, perturbadores. 

Para mitigar los efectos de los sueños vívidos en la calidad del sueño, se recomienda mantener una rutina de sueño consistente, evitar el consumo de sustancias que alteren el sueño antes de acostarse y practicar técnicas de relajación. En casos persistentes, consultar a un especialista en sueño puede ser beneficioso para abordar posibles trastornos subyacentes.​

Scroll to Top