Intentamos descifrar este acertijo y saber por qué algunas personas adelgazan maravillosamente con las inyecciones y otras solo reciben efectos adversos con bajas de peso milimétricas. Las respuestas, muy a nuestro pesar, no terminaron de convencernos.
Katy Perry toda sudorosa, flaca y aceitada se pasea casi desnuda por las red carpets del verano primermundista y todas hacemos el mismo comentarios malicioso: “La Katy se está dando a full con Ozempic”. Lo mismo la mamá de las Kardashian, Kris Jenner, que directamente parece haber dejado la costumbre de ingerir alimentos y va de fiesta en fiesta todo fajada, bronceada, con la sonrisa luminosa y extremadamente flaca, muy flaca. La cantante Kelly Clarkson, que siempre fue “la gordita de American Idol”, hoy presenta su programa en el prime time americano con la cara huesuda y unos vestidos espantosos que luce orgullosamente gracias a su nueva figura. Todas las celebs de Hollywood adelgazaron repentinamente, dejando al body positive en el olvido, tan perecedero como una moda pasajera más. La fórmula parece mágica y nadie habla de los efectos adversos de una droga que nació para luchar contra la diabetes y hoy todas promocionan en tik tok como si se tratara de una aspirina. Pero esto, que es motivo de otro artículo, no descarta el hecho de que no a todo el mundo le funciona el Ozempic, y al dia de hoy existen miles de personas en todo el mundo que están dispuestas a afrontar el costo excesivo de la droga y los aún inciertos side effects y así y todo no consiguen el fin más anhelado de la esta historia: bajar de peso.
¿Por qué el Ozempic no hace adelgazar a todo el mundo?
Le preguntamos al chat GPT por qué algunas personas bajan de peso y otras no con Ozempic, y nos escribió la obviedad más grande del mundo… ¡NO PUEDES LUCHAR CONTRA TU GENÉTICA! En realidad, puso algo así como “Algunas personas pueden tener variaciones genéticas que afectan la forma en que el cuerpo metaboliza o responde a la semaglutida”. ¿En serio? No quedamos más tranquilas entonces. También, como si esta respuesta no fuera poco satisfactoria, nos habló de la fisiología. Es decir, algo en lo que no tenemos ningún tipo de inferencia. “Fisiología”, dice. “Las personas tienen diferentes niveles de azúcar en la sangre, sensibilidad a la insulina y otros factores fisiológicos que pueden afectar la eficacia del Ozempic”. ¿Será nuestro tipo de sangre sensible a la fórmula mágica?
El chat GPT también habla del uso incorrecto del medicamento -cuanto tomamos, cuando lo hacemos, qué disciplina tenemos en las aplicaciones-, las interacciones con otros remedios que estemos tomando, nuestras enfermedades preexistentes y un factor azaroso inexplicable en la adherencia que tiene el tratamiento según el tipo de individuo que lo aplique.
¿Qué dice la medicina?
“Aún no comprendemos la mayor parte de la variación en la respuesta de los usuarios al Ozempic”, afirma Ewan Pearson, catedrático de Medicina Diabética de la Universidad de Dundee, Escocia. “No está claro por qué algunas personas que reciben estos medicamentos pierden mucho peso mientras que otras no lo consiguen”, sigue. Los investigadores dicen que la genética, los microbiomas alterados y otros fármacos que favorecen el aumento de peso son las posibles razones. En definitiva, lo mismo que el chat GPT. “Depende mucho de la fisiología y la biología de cada persona. No podemos esperar que un tratamiento funcione para todos”, indica a la revista Wired Amy Rothberg, endocrinóloga de la Universidad de Michigan.
Así que ya saben, mostras amigas: el Ozempic, además de ser un tratamiento indicado exclusivamente para pacientes diabéticos, no asegura buenos resultados a las arriesgadas que lo utilicen con fines meramente estéticos. A comer sano y hacer ejercicio, que la magia no existe.