Es una nueva tendencia actual en decoración nacida en TikTok que promueve decorar, embellecer y adornar el refrigerador como si fuera una vidriera de una exclusiva tienda de Londres a Nueva York.
¿En qué consiste? En transformar este bello electrodoméstico que tanta felicidad nos da cada día en un espacio visualmente atractivo y funcional, organizando y dispuesto los alimentos y objetos de manera estética y eficiente. Lynzi Judish, influencer lifestyle en las redes sociales, es una de las principales promotoras de esta tendencia. De hecho, ha mostrado una decoración
especial que hacía referencia a Bridgerton, la aclamada serie de Netflix.
Algunos elementos clave del fridgescaping incluyen:
1. Organización: Utilizar contenedores, baldes y estantes para mantener los alimentos frescos y fácilmente accesibles.
2. Estética: Elegir envases y recipientes atractivos, utilizar etiquetas y crear patrones visuales con los alimentos.
3. Color: Seleccionar colores que complementen la decoración de la cocina y crear un ambiente acogedor.
4. Funcionalidad: Optimizar el espacio para facilitar la preparación de comidas y minimizar el desperdicio.
Los cultores del fridgescaping aseguran que esta práctica aporta beneficios concretos a nuestra vida cotidiana. “Mejora la organización y reduce el estrés”, dicen. “Incrementa la eficiencia en la preparación de comidas y fomenta una alimentación saludable al tener los alimentos frescos visibles”, afirman de manera categórica. Y aunque desde BLOD no estemos seguros de que esto sea cierto, si podemos decir que ordenar bellamente nuestra heladera ayuda a crear un ambiente acogedor y estético en la cocina que, como todo lo que genera orden en nuestro campo visual, trae serenidad a nuestra mente.
Como todo lo que dirge de las redes, el fridgescaping ha generado críticas y controversia por varias razones, entre las que se destacan la “Presión y comparación” (algunas personas sienten presión por tener una heladera perfectamente organizada y decorada, lo que puede generar ansiedad); “Privilegio y accesibilidad” (el fridgescaping puede ser visto como un lujo solo accesible para aquellos con ciertos recursos económicos o sociales); “Desperdicio y consumo” (algunos críticos argumentan que el enfoque en la estética puede llevar a un mayor consumo y desperdicio de alimentos y materiales); “Realidad vs. idealización” (las imágenes perfectas de neveras en redes pueden crear expectativas irreales y promover una visión idealizada de la vida); “Prioridades” (algunos consideran que el tiempo y esfuerzo dedicados al fridgescaping podrían ser mejor utilizados en otras áreas) y “Falta de autenticidad” (algunas personas critican el fridgescaping por ser una forma de mostrar una imagen falsa o artificial de la vida).