Cómo explicarlo… Delhi es la entrada a India y punto de partida para empezar un recorrido por el norte si lo que hacés es Rajastán y el triángulo dorado. Yo estuve varios días en Delhi, pero te recomiendo no más de dos, para conocer spots mientras intentás salir del shock. Las primeras horas -o quizás el primer día- todo es caos, pero te vas acomodando y dentro de ese lío hay algo que se ordena.
Hordas de autos y tuc tucs y personas sin líneas rectas ni semáforos y… ¿como es que no chocan?
.
.
Tema aparte las bocinas y la contaminación sonora; si venís a India leíste sobre las diferencias que tenemos y en Delhi, específicamente, vos decidís si vas a amar u odiar. Olores, mugre, multitudes, una estética de peli y vos que intentás ocupar un espacio, porque todo está sobreocupado.
.
.
Esa falta de espacio personal (“¿Por qué tan cerca, señor?”) significa que todos pelean por ocupar un lugar, no entran y a nosotros nos suena raro, como un pogo urbano. Todo se camina muy pegado; te tocan, te empujan, sucede algo invasivo -aunque no peligroso- (no tuvimos ningún episodio de inseguridad). Y después del caos y las horas pico, también hay horarios o barrios tranquilos donde pareciera que todo se calma y se anda más normal, aún siendo mujeres solas y de noche. Quizás a ellos les sorprenda, pero de verdad que no vivimos situaciones de miedo, nunca.
.
.
Un tema aparte es el aire. Delhi tiene uno de los índices de contaminación más altos del mundo. En app clima te salta la alerta. Tuvimos 500, lo que es “grave” y puede llegar a los 1500, con el cielo gris siempre, como una nube tóxica y las fotos “filtro India”, que obvio también va a tus pulmones. Dato: traer pastillitas para la garganta porque te entra como una tos o alergia muy molesta.
.
.
India es muy barato, así que una buena manera de recorrer Delhi es contratar un guía con chofer en auto privado y recorrer spots a tu ritmo. Toda la gente es muy friendly, así que te contaran anécdotas, historia, religión y cultura, que la verdad son complejas de entender. Son muchos dioses, mucha historia, difícil de retener, más que en otros países. Y el asunto del matrimonio es muy misterioso.
.
.
Uber anda super y el transporte indiscutible son los tuc tucs, donde negociás el precio, que resulta muy barato, aunque en hora pico puede pasar que no te agarren el viaje. En ese caso la última opción es metro, modernísimo nivel New York, con buena cobertura urbana y rapidísimo; aunque los turistas generalmente no lo usan porque la cola para sacar el single ride es larguísima y también algo difícil de entender, pues todos los carteles están en hindi.
.
.
Mis must do Delhi
– Mercados: hay por todas partes. La calle es un mercado: colores, olores, flores naranjas por todos lados. La calle fue mi museo fav. Agendá Main Bazaar.
– Rickshaw por Chandni Chowk: tremendo, tenés que vivirlo y parece que estás en una peli, pero todo es real. Vértigo, caos, tráfico, animales, mucha gente, sonidos, una India profunda que te encanta o te deprime.
– Jama Masjid Mezquita: la más antigua de Delhi.
– Memorial de Gandhi: donde está la llama eterna en el pilar de su cremación + Birla House, que es donde vivió los últimos días de su vida y el jardín donde fue asesinado. Tenés que leer algo sobre su historia para entender el mood. Lleno de chiquitos de colegios que vienen desde el interior como homenaje. Su historia de transformación real me conmovió, piel de gallina, es muy amado en India.
– La Puerta de India: al atardecer se ilumina con la bandera nacional.
– Gurudwara Damdama Sahib. Es un templo Sikh enorme, sala de oración, escuela, cocina y un gran comedor al que todo el mundo está invitado y donde miembros de la comunidad se reúnen a colaborar para dar de comer a 15 mil personas por día. Todos pueden acercarse, fieles de cualquier religión y niveles sociales se juntan para ayudar. Lo recomiendo.
– Khan Market: es un paseo algo british con un Fabindia, la marca de retail más famosa y donde ya empezás a ver telas y patrones indian style y precios muy baratos.
– Si querés salir no hay un barrio cool, el social transcurre en los hoteles.
– Té inglés en el Hotel Imperial.
– Cena en Jamavar y en Le Cirque, ambos en The Leela Palace.
– Cena en Indian Accent, el restaurante top 1 de Asia con menú de pasos y sede en NY. Cenamos canchero y riquísimo.
– El mejor spa es el The Lodhi Hotel.
.
Resumiendo, creo que Delhi es una buena puerta de entrada a un viaje al norte de India, pero para arrancar y seguir, porque luego viene lo mejor.