Hay médicos que marcan un antes y un después. El doctor Juan Manuel siempre fue reconocido por su brillantez académica, pero decidió ir más allá: transformar la cirugía plástica desde un lugar poco explorado hasta entonces el confort del paciente.
.
Su historia empieza en los años de formación, cuando uno de sus maestros lo introdujo a un nuevo enfoque: minimizar el trauma quirúrgico para que la recuperación fuera más rápida y llevadera. “Ahí entendí que existía otra forma de operar. Una cirugía que no se trataba solo de implantar, sino de cuidar todo lo que pasaba después”, recuerda.
.
Ese interés se convirtió en un camino. A fines de 2007 comenzó a diseñar su propio protocolo y, en mayo de 2010, lo aplicó en los primeros pacientes. Una década más tarde, su trabajo sería publicado en Aesthetic Plastic Surgery, la revista oficial de la Sociedad Internacional de Cirujanos Plásticos. Así nació el Protocolo Argentino de Rápida Recuperación en Cirugía Mamaria, hoy considerado el gold standard de la cirugía moderna.
.


.
El cambio de paradigma
La innovación está en los detalles. El protocolo propone una secuencia quirúrgica que reduce al mínimo el trauma, controla tres vasos clave de la mama, elimina sangrado, drenajes y fajas ortopédicas. El resultado: tiempos operatorios de apenas 25 a 30 minutos, cicatrices limpias y una recuperación sorprendente.
.
“El dolor eterno, la incomodidad, los yesos o las vendas que inmovilizaban… eso era el pasado. Hoy nuestras pacientes se van a casa el mismo día, se duchan, levantan los brazos y pueden usar un corpiño normal desde el inicio. Es un cambio radical”, explica el cirujano.
.
La anestesia también se transformó. Gracias a monitoreos avanzados, se administra de forma personalizada y con fármacos de vida media ultracorta, evitando secuelas y logrando que el paciente despierte con sensación de un sueño placentero.
..


..
Más allá de la estética
Si bien la cirugía mamaria estética es el terreno más conocido, el protocolo se aplica en múltiples escenarios: reconstrucciones oncológicas, cirugías transgénero (tanto de masculinización como feminización del tórax) y casos de malformaciones como el síndrome de Poland.
.
“Lo importante es entender que no es solo una técnica, es un protocolo integral que contempla lo quirúrgico, lo emocional y lo psicológico. Por eso funciona en todas las variantes de cirugía mamaria”, resalta.
..


..
Lo que viene
La tendencia es global: cirugías poco traumáticas, recuperaciones inmediatas y pacientes que retoman su vida en tiempo récord. “La medicina del futuro ya está acá. Operarse no tiene que ser sinónimo de dolor ni de meses de recuperación. Hoy la cirugía se adapta a los tiempos del aquí y ahora”.
.
Argentina se anota así en la historia mundial de la cirugía plástica, con un aporte que nació de la inquietud, la investigación y la convicción de que la innovación no es un lujo, sino una necesidad para los pacientes.