Cómo construir una marca de $100 millones según BoF

En un contexto económico complicado, generar impacto cultural ya no es suficiente para que una marca prospere. Según BoF Insights, el secreto para transformar el buzz en éxito comercial radica en fortalecer los cimientos del negocio. Desde la incorporación de líderes estratégicos hasta el manejo disciplinado del flujo de caja, los expertos coinciden en que este es el momento de priorizar la sostenibilidad sobre el crecimiento acelerado.

Muchos fundadores de marcas independientes destacan por su creatividad, pero suelen quedarse cortos a la hora de manejar las complejidades de un negocio en crecimiento. Aquí es donde entra en juego un equipo ejecutivo sólido. Roles como CEO, CFO y COO no solo complementan al fundador creativo, sino que son esenciales para escalar una marca de manera sostenible. Las estadísticas refuerzan esta realidad: menos del 1% de las marcas independientes superan los $10 millones en ingresos anuales, y solo una pequeña fracción alcanza el ansiado umbral de los $100 millones. ¿Cómo logran destacarse? Los expertos identifican tres pilares esenciales para construir una marca con éxito sostenible.

1. Liderazgo estratégico: profesionalizar para crecer
La creatividad por sí sola no basta. Uno de los principales desafíos para las marcas independientes es la falta de liderazgo ejecutivo en áreas clave. Incorporar roles estratégicos como CEO, CFO o COO puede marcar un antes y un después en su camino al crecimiento.

El caso de Ami Paris: cuando la marca generaba apenas €1 millón al año, su fundador contrató a un CEO para tomar las riendas de la gestión. Este movimiento transformó la operación y permitió a la empresa escalar de forma sostenida, alcanzando más de €300 millones anuales.

2. Disciplina financiera: crecer con bases sólidas
En un contexto de menor acceso a capital, muchas marcas optan por un enfoque más conservador, priorizando el crecimiento orgánico para mantener el control financiero.

El ejemplo de Bode: la fundadora Emily Adams Bode evitó buscar financiamiento externo, apostando a un modelo de negocio basado en la autogestión y la demanda real. “Si podía vender dos chaquetas más, podía pagar el alquiler”, señaló. Este enfoque no solo permitió un crecimiento sostenible, sino que mantuvo la independencia de la marca.

Premios y fondos estratégicos: Bode también utilizó premios como el Woolmark Prize y el CFDA Emerging Designer of the Year para financiar etapas iniciales de su negocio sin ceder control. En este modelo, la clave está en la rentabilidad. Proteger el flujo de caja y pausar expansiones intensivas en capital cuando sea necesario asegura un crecimiento más estable y duradero

3. Preservar el ADN: destacar en un mercado saturado
En un entorno donde la competencia es feroz y las tendencias cambian a gran velocidad, mantener una identidad clara es esencial para sobresalir.

Nanushka y su redefinición constante: en medio de la expansión a nuevas categorías como bolsos, la marca húngara revisó su identidad para asegurar que cada producto estuviera alineado con su esencia. Esto les permitió desarrollar piezas auténticas y coherentes con su narrativa.

Innovar sin perder el rumbo: según David Belhassen, fundador de NEO Investment Partners, “en un mundo tan ruidoso, una marca necesita una voz distintiva”. Las marcas que logran este equilibrio no solo conectan con su público, sino que refuerzan su relevancia cultural con propuestas diferenciadoras.

Hoy, más que nunca, el éxito en la industria de la moda requiere combinar creatividad con estrategia. En palabras de Stefano Martinetto, CEO de Tomorrow: “Podés ser muy relevante y estar completamente quebrado”. Las marcas que aspiran a superar los $100 millones en ingresos deben transformar el impacto cultural en un modelo de negocio sostenible, donde cada decisión refuerce su posición financiera y su conexión con el consumidor. Solo aquellas que dominen este equilibrio podrán perdurar en el tiempo.

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